Durante una visita a la zona afectada por las lluvias torrenciales en Valencia, los reyes de España, el presidente Pedro Sánchez y el líder regional Carlos Mazón fueron recibidos con gritos de «asesinos» y lanzamientos de barro por parte de afectados, expresando su descontento con la gestión de la tragedia. Las lluvias han dejado más de 200 muertos y cientos de desaparecidos.
Muchos acusan a las autoridades de una respuesta lenta y mal planificada, y señalan que las alertas y movilización de emergencia fueron insuficientes. La población reclama la tardanza en la llegada de ayuda y la falta de coordinación entre el gobierno regional y el nacional, además de críticas al gobierno central por no aceptar ayuda internacional ni declarar el estado de alarma. Aunque algunos agradecieron la visita del rey Felipe VI, el ambiente fue tenso en varias localidades.
Autoridades como Mazón y Sánchez reconocieron la indignación social y prometieron trabajar en conjunto para la recuperación. Esta catástrofe es la peor relacionada con inundaciones en Europa desde 1967, y muchas personas siguen desaparecidas o sin hogar.
Deja una respuesta