El Gobierno de España anunció una contribución de 400 millones de euros al fondo del Banco Mundial para apoyar a los países en vías de desarrollo. Esta inversión busca impulsar programas de desarrollo que mejoren las condiciones de vida en las naciones más pobres, en particular en áreas como salud, educación, infraestructura y gestión ambiental.
Este aporte forma parte del compromiso de España con la cooperación internacional y su objetivo de contribuir a la reducción de la pobreza mundial. Según el Banco Mundial, estos fondos se destinarán a la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la rama del banco dedicada a ofrecer apoyo financiero y técnico a los países más desfavorecidos. La AIF juega un papel crucial al facilitar préstamos a bajo interés, donaciones y asistencia técnica a naciones con ingresos extremadamente bajos, principalmente en África y Asia.
Además, el compromiso de España se enmarca dentro de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reafirmando su interés en promover alianzas globales para abordar desafíos económicos y sociales a nivel mundial. Esta contribución también fortalece la posición de España en organismos multilaterales y su capacidad para influir en decisiones de cooperación global.
El Gobierno español resaltó que estos fondos reflejan la solidaridad y el interés de España en ser un actor relevante en la erradicación de la pobreza extrema. Este compromiso, además de fortalecer el apoyo internacional a países en desarrollo, refuerza la estrategia de diplomacia internacional de España.
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