El miércoles por la tarde, Kamala Harris se presentó frente a la residencia de la vicepresidenta en Washington D.C. y lanzó un contundente ataque contra Donald Trump. Harris afirmó que el exmandatario estaba volviéndose «cada vez más desquiciado e inestable», haciendo referencia a las recientes declaraciones de John Kelly, exjefe de gabinete de Trump.
En una entrevista con The New York Times, Kelly describió a Trump como alguien que «encaja perfectamente en la definición de fascista» y señaló que en varias ocasiones el expresidente había hecho comentarios favorables sobre Adolf Hitler. Harris acusó a Trump de buscar «poder sin restricciones», subrayando los riesgos de su posible regreso al poder.
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